El punto G masculino
Un tema tabú entre muchos hombres es el de su punto G, pocos son los que se atreven a explorar su punto de placer, pero los que lo prueban dicen que vale la pena, así que por algo será. El punto G masculino se encuentra en el ano, concretamente en la próstata a 5 cm del ano, es fácil encontrar y fácil estimular. Se puede reconocer rápidamente porque está rodeado de tejidos fibrosos y músculos suaves.
Hay dos formas de estimular la próstata, desde fuera y desde dentro. La primera produce un orgasmo más intenso que el habitual, y podemos estimularla desde fuera masajeando suavemente y presionando el perineo, que es la zona que se encuentra entre los testículos y el ano, con esto estaremos estimulando el punto G masculino desde la parte de afuera.
La segunda forma es la que logra que el hombre disfrute de un orgasmo casi desconocido. Para estimular el punto G desde dentro, la pareja debe introducir un dedo (bien lubricado) en el ano de su pareja. El hombre deberá acostumbrarse primero a estas nuevas sensaciones y puede sentir hasta unos pequeños espasmos.
Para empezar a descubrir esta zona, se debe empezar a masajear suavemente, con este masaje muchos hombres pueden experimentar orgasmos sin la necesidad de estimular el pene. El hombre tiene que estar totalmente relajado e intentar disfrutar de este momento sin pensar en nada más.
El adecuado toqueteo del punto G masculino, produce además de los orgasmos más intensos, mayor excitación, eyaculaciones más potentes y erecciones más duraderas y firmes.
Es mejor que intentéis buscar el punto G cuando estéis realizando el sexo oral, seguro que el hombre está mucho más relajado y excitado que querrá más placer y no os olvidéis de lubricar bien la zona, si no podría sentir molestias.
